Vivo en un
viejo caserón de paredes de piedra que tiene dos pisos. Junto a él hay un hórreo
y otro edificio que fue usado como cuadra. Tiene 4 habitaciones y un salón
enorme que es el centro social del lugar. Es muy frío en invierno y muy fresco
en verano
Cuando era
niño, el viejo caserón me parecía enorme, casi como un castillo medieval. Con el
paso de los años, sin embargo, parece haber ido encogiendo. No parece la misma
casa de mi infancia.
José Manuel Ruiz
Mis veranos en Gijón
ResponderEliminarNo puedo recordar desde cuando paso los veranos en Gijón, supongo que desde que era muy niña.
Era un tiempo muy querido por mi, venía a reencontrarme con mis mis tías y mi abuela, pasaba todo el verano bajando a la playa, haciendo excursiones, me encantaban las galletas de nata que me preparaba mi abuela y sobre todo conociendo a esa familia que no vivía en Madrid,
Venían a casa de mi abuela por las tardes mis tíos y primos a los que apenas conocía, para mi era emocionante saber que tenia una familia lejana, con la que podía compartir juegos y paseos durante las vacaciones.
Es curioso pero al hacerte mayor vas aprendiendo que realmente el vivir alejado de parte de tu familia es algo que forma parte de la vida misma.
Creo que no he publicado en el lugar correcto.
ResponderEliminarSi me puedes decir como pasarlo al muro